20 oct 2007

La Argentina se quedó con el Tercer Puesto!!!

No vamos a decir mucho sobre este hermoso partido por el Tercer Puesto en la Copa del Mundo, que se realiza en Francia.

Argentina fue mucho mejor que Francia, sin dudas.
Aunque el equipo francés se mostraba por momentos más que Argentina, no pudo dar vuelta el resultado que habían impuesto Los Pumas sobre este Francia local.
Es acá donde se demuestra el corazón y garra de Puma que tienen.
Argentina le ganó dos veces a Francia en esta copa del Mundo, y los dos con una diferencia razonable. Recordando, el primer partido, apertura de la Copa del Mundo, Argentina le ganó a Francia por 17-12. Pero en este partido, donde se decidía quién se subía al podio, Argentina arrazó con un 34-10, muy duro, pero justo para estas personas, que podrán ser enormes al lado de uno, pero tienen el corazón más grande y noble que puede haber en este Rugby, mundialmente.
Los Pumas supieron manejar el partido, y le dieron a las personas que están en Francia, como acá, en Argentina, una alegría enorme, donde se olvidaron por 3 horas la derrota por la semifinal contra Sudáfrica. Éste fue un día muy especial, para los Pumas y para la gente Argentina.
Hay que recordar, que fue tan emocionante este partido ya que hay jugadores que se retirarán luego de una larga trayectoria por Argentina de Rugby. En este mundial lo demostraron más que nunca.

MUCHAS GRACIAS ARGENTINA, GRACIAS POR HACERME SENTIR ARGENTINA CON LA FUERZA, HUMILDAD, CORAZON, QUE DEJAN EN LA CANCHA TODOS LOS DÍAS.
QUE PUSIERON LA GARRA DEL CORAZÓN PARA DARNOS UNA ALEGRÍA A NOSOTROS Y A USTEDES, PRINCIPALMENTE.
QUE TRANSPIRARON LA CAMISETA, Y SE NOTÓ.
QUE DIERON ALEGRÍA AL PAÍS DONDE MUCHO NO SE FESTEJA.

USTEDES DEMOSTRARON EL SER ARGENTINO DE VERDAD, Y QUE POR LA CAMISETA ARGENTINA SE PUEDE DEJAR HASTA EL ALMA, CUANDO MUCHOS OTROS QUE NECESITAN HACERLO NO LO HACEN.

QUE NOS EMOCIONAN A TODOS CUANDO CANTAN EL HIMNO, LLORAN, LLORA, Y LLORAN... LA TRIBUNA LLORA, LLORA Y LLORA... AY DIOS! QUE SENSACIÓN HERMOSA QUE ES ESA!

MUCHISIMAS GRACIAS DE VERDAD. Y SE QUE LO QUE ESCRIBÍ NO FUÉ EN VANO, YA QUE MUCHOS OTROS PODRÁN LEERLO E IR PASÁNDOLO DE BOCA EN BOCA, HASTA LLEGAR A ESTOS PUMAS QUE DEJARON EL ALMA.

ARRIBA LOS PUMAS! UN TERCER PUESTO ES GENIAL, Y ENORME!!!

Habrán ganado el bronce... Pero para nosotros, los Argentinos, ganaron el ORO!!!


Con una enorme alegría, los saluda con un muy fuerte abrazo desde Castelar, Buenos Aires, Argentina, Julieta Ferrari

15 oct 2007

Los Pumas terminaron de pie ante Sudáfrica

Perdieron 37 a 13 frente a un rival durísimo, que sacó la ventaja en el primer tiempo con tries de Fourie du Preez, Habana y Rossouw. Hubo un intento de reacción e incluso Manuel Contepomi logró apoyar en el ingoal rival, pero no alcanzó para dar vuelta el partido. Fue clara la victoria de los Springboks, que jugarán por el título frente al campeón Inglaterra. Mientras que los de Loffreda van por el tercer puesto ante los locales.

No pudo ser. En semifinales cayó el sueño argentino en el Mundial de Rugby. Los Pumas perdieron 37-13 frente a Sudáfrica en Saint Denis y resignaron la chance de clasificarse para el partido decisivo. Inglaterra y Sudáfrica chocarán por el título, mientras que los dirigidos por Loffreda se medirán el viernes con Francia en el partido por el tercer puesto.

Argentina arrancó decidido, jugando en campo contrario e intentando progresar por el lado de los forwards. Las imprecisiones en el manejo, sin embargo, impedían hacían que el equipo de Loffreda no pudiera culminar de la mejor manera sus maniobras ofensivas. Mientras, los Springboks aguantaban agazapados y trataban de sorprender poniendo la pelota rápidamente en juego.

Increíble pero real. En el primer movimiento coordinado de Argentina, con forwards y backs ganando metros a pura habilidad y potencia, llegó el try sudafricano. Fue a los 6 minutos, cuando Felipe Contepomi intentó jugar la pelota en el centro de la cancha y Fourie du Preez, el medio scrum de los Springboks interceptó el pase y corrió en soledad hacia el in goal. Percy Montgomery acertó en la conversión y el marcador quedó 7-0. El equipo de Jake White demostraba toda su contundencia.

Los Pumas no se desanimaron y se adelantaron en busca del descuento. Tras un intento fallido de drop de Hernández, Felipe Contepomi convirtió un penal y puso las cosas 7-3. Sin embargo, Montgomery respondió de penal a los 15 luego de un error de Corleto en la recepción. Llegando a la mitad del primer tiempo, el trámite era parejo, con los argentinos cuidándose de no cometer errores ya que Sudáfrica cobraba con puntos cada imprecisión de los de Loffreda.

Argentina metía presión con el maul, pero tenía muchos problemas en las formaciones fijas, principalmente en el line out. Además, quizás producto de los nervios, había errores en la recepción y Pichot –muy presionado– no siempre tomaba la decisión más acertada. Pese a ello, Los Pumas se las arreglaron para acercarse en el resultado con otro penal de Felipe Contepomi (10-6).

Era la oportunidad para presionar e irse al descanso muy cerca o incluso arriba en el marcador. Sudáfrica le seguía cediendo la iniciativa a Argentina, y así volvió a desnivelar. A los 31, a Longo le faltó vocación ofensiva en una incursión por la banda izquierda y los Springboks pudieron recuperar la pelota. Rápidamente trasladaron el juego hacia la derecha y el wing Habana aprovechó la ausencia de Corleto en el fondo para jugar un sombrero y correr hacia un nuevo try. Montgomery convirtió y todo quedó 17-6.

Para colmo de males, la primera parte se cerró con otro try de los sudafricanos: Hernández cometió knock on al querer despejar a la salida de un ruck y, jugando con ventaja, los Springboks movieron la pelota con velocidad para que el octavo Rossouw apoyara. Después de haber hecho todo el gasto, Argentina se fue al descanso abajo por 18 (24-6), padeciendo mucho la contundencia de su rival.

Pese a la desventaja, Argentina mantuvo la actitud en el inicio de la segunda etapa. Y tuvo su premio. A los 4, Los Pumas recuperaron una pelota en un ruck y la abrieron hasta que Manuel Contepomi apoyó con lo justo ante el cierre desesperado de Montgomery. Felipe acertó en la conversión para un 24-13 que reabrió la puerta de la ilusión.

Sudáfrica continuaba sin mostrar iniciativa y apelaba constantemente a las infracciones, pero Los Pumas no podían capitalizar sus oportunidades. Igual que ante Escocia, el mayor enemigo del equipo argentino era su propia falta de contundencia. Hubo una buena chance a los 21, ya que los sudafricanos cometieron un penal, pero Corleto se equivocó al querer jugarlo rápido: terminó reteniendo la pelota cuando le llegó la marca y todo derivó en otro penal, esta vez para los Springboks.

El partido se iba y la diferencia seguía siendo de 11 puntos. La segunda línea de Sudáfrica (Bakkies Botha y Victor Matfield) era determinante en defensa y en el line, un aspecto del juego en el que Argentina dio ventaja y que terminó siendo decisivo para el resultado final. Montgomery acertó un penal a 10 minutos del final y llevó el marcador a 27-13.

El full back sudafricano volvió a decir presente con otro penal a los 34. Fue su sexto acierto en igual cantidad de envíos a los palos. Y el séptimo llegó con una conversión tras un nuevo try de intercepción, esta vez a cargo de Habana, quien anotó el segundo de su cuenta personal. En el cierre hubo muchos roces, algo innecesario ya que el pase a la final estaba sentenciado. Juan Smith y Felipe Contepomi salieron con tarjeta amarilla y los últimos minutos entregaron una imagen deslucida de uno y otro lado.

Quedó entonces un sabor amargo para Los Pumas, sobre todo porque salieron a jugar el partido como debían hacerlo. Fueron a buscar un resultado histórico pero chocaron con una potencia. Queda claro, de todas formas, que la derrota de hoy no empaña una actuación única. Lo hecho en este Mundial –se gane o se pierda el viernes ante Francia en el partido por el tercer puesto– seguramente servirá como el punto de partida para una refundación del rugby argentino.

No hay lugar para los reproches. Todo debe ser reconocimiento para un grupo que hizo de la entrega y el coraje su plataforma para pelearle de igual a igual a los más grandes de este deporte. Antes de cada partido y con lágrimas en los ojos, ellos juraron con gloria morir. Y así lo hicieron.

Por Patricio Connolly, enviado especial de Clarín.com a Francia.

8 oct 2007

La Selección tuvo el corazón más fuerte.

Hubo un try de Longo, un drop de Hernández y 11 tantos de Felipe Contepomi, que jugó afiebrado. Los Pumas jugarán la semifinal el domingo a las 16 ante Sudáfrica.


Son Los Pumas del asombro. Los grandes profesionales de la cabeza y los amateurs del corazón. Los que siguen cumpliendo objetivos. Los que entraron por la puerta grande con un debut resonante y los que se colaron entre los cuatro mejores equipos del Mundial. Por primera vez en la historia. Parece un sueño: los All Blacks ya no están aquí. Tampoco los Wallabies continúan en la Copa del Mundo. Ni siquiera los irlandeses. Pero ellos, Los Pumas, siguen de pie.

Ayer, estos Pumas de las espaldas anchas, se quitaron de encima una mochila bien pesada. Porque por primera vez en el torneo llegaban como banca. Porque por lo que habían mostrado en su recorrido aquí, eran los favoritos. Y no escaparon a esa responsabilidad. Aceptaron el reto y lo resolvieron con fortaleza mental. Y con la defensa, claro, ese emblema indeleble de cualquier Selección nacional.

Los Pumas ganaron un partido sin retorno. Probablemente el partido. El que les abrió el camino a un suceso único en la enorme trayectoria del rugby argentino.

Escocia ya pertenece al pasado. Pero costó dejarlo en el camino. Costó como nunca antes. A la Selección no le sobró nada en la noche parisina, frente a casi 77 mil testigos directos en el Stade de France. Es que el partido se planteó como se esperaba. Fue duro, durísimo. Equilibrado y sin concesiones. Desde el principio hubo un duelo parejo por la posesión territorial y por la pelota. Mucho control para evitar infracciones que pudieran traducirse en penales. Juego cerrado y cauteloso; pulseada de los dos packs por predominar.

Escocia fue un rival prolijo y ordenado. Pocas veces se desequilibró. Nunca se entregó. Se puso adelante en el marcador a los 16 minutos con un penal de casi mitad de cancha del apertura, Dan Parks. Pero luego de la igualdad que por la misma vía alcanzó Felipe Contepomi, que jugó afiebrado, jamás recuperó la delantera.

Los dos jugaban a minimizar el error propio y a esperar el ajeno. Fue, ni más ni menos, casi un calco de los otros tres duelos por los cuartos de, donde nadie regaló nada en función del objetivo mayor: lograr el codiciado lugar en la semifinal.

¿Que Los Pumas no jugaron su mejor partido? Cierto. Pero no vinieron a hacer magia ni a encantar a la gente aquí. Vinieron para ganar. Y lo consiguieron con el sello de su tackle implacable. De su garra. Y de una cabeza que no se mareó por un entorno festivo y favorable. Está claro: el estilo Puma tal vez no entusiasme, pero rinde. Y varios equipos lo imitaron aquí.
Escocia jugaba al límite de las infracciones por la presión constante de la Selección. Tanta, que a partir de esa actitud, Argentina llegó al try: a los 33 minutos, cuando Longo tapó una patada con la que Parks intentó alejar el peligro en sus propios 22 metros. El octavo, muy atento, siguió la jugada, corrió junto a dos rivales y se zambulló primero al ingoal para marcar.

Después, con el pie certero de Felipe, las diferencias se fueron estirando. Y llegaron a 19-6, drop mediante del Mago Juan Martín Hernández, que arrancó el "Maradooo...Maradooo" de las tribunas.

Llegaron algunas desatenciones y Escocia se puso a tiro (19-13). A esa altura, desde luego, no había tregua, ni margen para más errores. Y no los hubo. Al final, sólo defensa. Y más defensa. Hasta conseguir el premio, nada menos que el suceso mayor en la historia del rugby argentino.


Daniel Pelisch. Enviado especial de Clarín.